Subsidios al transporte público: Cómo funcionaba el Fondo Compensador del Interior que el Gobierno eliminó

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El Gobierno nacional eliminó el Fondo Compensador del Interior, que subsidiaba el valor del boleto del transporte público de pasajeros en localidades del interior del país. 

En un comunicado, la Secretaría de Transporte de la Nación aseguró que “esta decisión guardan coherencia con el Pacto Fiscal que gobernadores provinciales y Gobierno nacional firmaron en 2017 y 2018, donde se comprometían a eliminar progresivamente los subsidios diferenciales en materia de transporte para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”.

Además, se aclaró que “las personas que utilizan el servicio y que necesitan del aporte del Estado Nacional, seguirán contando con el Atributo Social en todo el territorio nacional donde funciona la tarjeta SUBE. Se trata de una asistencia que es igual para todos, vivan en el lugar que vivan, y que implica un descuento del 55% de la tarifa del boleto del transporte público”.

¿Cómo se reparten los subsidios al transporte público?

Como se explica en esta nota, en la Argentina los subsidios al transporte están dirigidos a la oferta: es decir, a las empresas que prestan el servicio, en lugar de la demanda (a través de giros de dinero a los usuarios para que paguen la tarifa).

Mediante el régimen de compensaciones tarifarias, el Estado le otorga a las empresas del sector una determinada suma de dinero de forma mensual, en compensación por la diferencia que existe entre el costo real del servicio y la recaudación por la venta de boletos.

En el AMBA, la información sobre la recaudación de las empresas se realiza a través del sistema SUBE, mientras que en el interior del país (dado que en muchas provincias no funciona este sistema) se realiza a través de declaraciones juradas de las empresas sobre la cantidad de pasajeros que usan el servicio.

¿Cómo funcionaba el Fondo Compensador del Interior?

El Fondo Compensador se encargaba de subsidiar al transporte público de pasajeros por automotor urbano y suburbano del interior del país a través de transferencias realizadas desde el Estado Nacional a empresas prestatarias del servicio público de transporte para permitir que las tarifas sean provistas a un costo inferior al necesario para cubrir los costos de funcionamiento y mantenimiento.

Eladio Sánchez, especialista en transporte y titular de la Dirección de Gestión Económica del Transporte entre 2013 y 2015 (cuando se definió el actual sistema, durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner -Frente para la Victoria-), señaló a Chequeado que en el interior del país “el subsidio nacional se distribuye un 50% por cantidad de líneas, y el otro 50% por kilómetros recorridos. No se tomaba en cuenta la estructura de costos de las empresas”. 

A diferencia de lo que ocurre en el AMBA (donde sólo el Estado nacional aporta subsidios a través de aportes del Tesoro, y antes de los aumentos aplicados en enero cubría el 90% del valor del boleto), en el interior del país también las provincias y los municipios se hacen cargo de parte de los subsidios, como se explica en esta nota..

El régimen de compensaciones para el transporte del interior comenzó en 2007 (hasta entonces, el Estado nacional podía otorgar ayudas a las provincias a través de convenios especiales), pero en 2019 (durante la gestión de Mauricio Macri -Cambiemos-) se modificó el sistema y se acordó que las provincias debían aportar, al menos, el 50% del valor de los subsidios recibidos en el año anterior.

Además, tanto las provincias como los municipios aportan fondos para las denominadas franquicias especiales: descuentos para grupos específicos de usuarios como estudiantes, docentes y jubilados, entre otros.

Los números del Fondo Compensador del Interior

Sánchez señaló a Chequeado que en el interior del país circulan 14 mil unidades de colectivos, un volumen similar al del AMBA.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía de la Nación, en 2023 se destinaron en concepto de subsidios al interior $ 102 mil millones. 

Como se explica en esta nota, en enero de 2024 (antes de los aumentos dispuestos por el Gobierno nacional) se registró la mayor diferencia entre el costo del transporte del AMBA y el interior del país: un boleto promedio en el interior costaba 3,1 veces más que el boleto mínimo que se pagaba en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense. 

El boleto urbano más elevado en el mes de enero (para 30 localidades relevadas del interior, que en conjunto explican más del 70% de la demanda) se encontraba en Neuquén, donde la tarifa se ubicaba en $ 370, seguido por Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires), donde la primera sección del colectivo alcanzaba los $ 345. Por su parte, en localidades como San Miguel de Tucumán era de $ 230 y en San Juan, de $ 200, mientras que en Ushuaia (Tierra del Fuego) y Resistencia (Chaco) contaban con una tarifa de $85.

Fuente: Chequeado