«Lo que tenemos ahora es una masa de aire muy frío, un sistema de alta presión que da estabilidad atmosférica y da lugar a cielos claros y algo nubosos, y a un enfriamiento significativo. Este anticiclón va a permanecer por lo menos hasta el martes o miércoles, dando lugar a temperaturas entre mañana lunes y martes de entre 10°C y 12°C como máxima y a mínimas de 3°C a 4°C en Montevideo y en el resto del país de 0°C a 1°C», explicó.
Serra agregó que «esta situación comienza a revertirse cuando el eje del sistema de alta presión comienza desplazarse», y «vamos a tener viento del norte predominando a partir del jueves». «Ese viento del norte da lugar a un leve ascenso de temperaturas, que continúa el viernes y el fin de semana alcanzará a 24°C y 25°C, en promedio en todo el país. En la zona norte serán más elevadas», indicó.
«Serán temperaturas primaverales, no veraniegas. Las mínimas estarán en 10°C a 12°C, es decir que volvemos a la primavera», resumió el meteorólogo.
Esta situación de temperaturas más elevadas para la media había sido anunciada al final del verano, recordó Serra, y señaló que la alta variabilidad se mantendrá. «La tendencia es que sigamos con estos altos y bajos -frío y calor- hasta el fin del invierno», sostuvo.
¿Y cuándo lloverá?
La tendencia marca que en la última semana de julio se dará algún episodio de precipitaciones, será luego de estas altas temperaturas, afirmó.
Pero, como también apuntó Serra, «lo que le sirve a uno no le sirve a otro», y este calor, que seguro será bienvenido por varios, tendrá otro efecto no tan deseado: puede elevar el nivel de evaporación del agua que se viene acumulando en las represas, en el marco de la actual crisis hídrica que enfrenta el vecino país. «Si no llueve en los próximos 10 días, habremos perdido un volumen importante de agua por la evaporación», remarcó.
«Las lluvias que cayeron fueron un alivio», dijo el especialista, «y si consumimos menos agua y sigue lloviendo, la situación seguirá mejorando, pero estamos lejos de poder olvidarnos del problema», acotó.
Este pasaje de fríos intensos a temperaturas muy altas fuera de estación que describe Serra no se considera «veranillo», aclaró el experto. Es una anomalía, indicó.
Para ser considerado veranillo, ola de calor u ola de frío, por ejemplo, un fenómeno debe durar por lo menos tres o más días en la región y permanecer con temperaturas fuera de los umbrales esperados en ese período de tiempo.
