Nacido en Altamirano Norte, departamento Tala, de la Provincia de Entre Ríos, en 1931, siendo poco más que un niño un día dejó su pequeño pueblito en el “Abra del Chajá”, portando una humilde guitarra pobremente encordada y los bolsillos llenos de sueños.
Emigró a Bs. As. con la esperanza y la fe natural de llevar su canto a otros lugares del mundo; pero joven y sin experiencia, no advertía cuanta dureza le deparaban aquellos caminos que habría de transitar. Tenaz y desafiante, afrontó los obstáculos sin prisa pero sin pausas. Y desde entonces, los caminos de todos los rumbos de la patria se fueron abriendo para que pase su alma entera y su corazón ancho, ofreciendo el trueque del canto por el amigo, de un trago cordial por una mano apretada.
En sus comienzos, Víctor actuó por primera vez desde los micrófonos de Radio Rivadavia, a la edad de veinte años, en la audición “Voz Entrerriana” que, por su índole, representó para él un pedazo del amado terruño nativo trasplantado a la gran capital.
Consciente de su responsabilidad, el joven cantor se aplicó a honrar aquel espacio radial con interpretaciones hondamente sentidas, y pronto contó con abundantes admiradores. Ello lo impulsó a ensanchar los campos de su desempeño, recorriendo en giras algunas ciudades del interior del país y desdoblando su labor artística entre las presentaciones personales en los escenarios de salas cinematográficas y la intervención en emisiones locales de radiofonía.
Ante las cámaras de televisión de Canal 7, de Buenos Aires, tuvo primero una elogiada actuación junto a Celia Queiró y Jorge Lanza, para lucirse después en el mismo canal interviniendo en un ciclo de siete meses que en su oportunidad cumplió el muy gustado programa «El patio de Jaime Dávalos».
Víctor integró posteriormente durante un año la espectacular compañía de bailes y canciones de Joaquín Pérez Fernández. Viajó luego a Montevideo donde oyentes y videntes pudieron apreciarlo en sus actuaciones en las emisoras radiofónicas El Espectador y Carve y el Canal 10 de televisión. Gran paso adelante en su carrera habría de constituir su trabajo en los sets de dicho Canal 10, de tierra uruguaya, pues se convirtió en titular de su esquicio artístico –«La peña de Víctor Velázquez»– y obtuvo consagración triunfal con el premio Ariel de 1964.
En su retorno a la Argentina trajo las primicias de su entusiasta quehacer Víctor , presencia viva de Entre Ríos astístico a las ondas de Radio Belgrano y Radio Splendid, eficaz tarea que completó brillantemente con la grabación de su primer disco para Discos London. Digna de destacarse en la foja de Víctor, en 1966, ha sido su relevante participación en la justa folklórica titulada «La semana de Santos Vega», que le deparó el merecido premio en canto y recitado.
En años posteriores, Víctor Velázquez produce en su país una copiosa y fecunda obra discográfica, nutriéndose del paisaje de nuestro país, recorriéndolo de norte a sur, de este a oeste con Jaime Dávalos, Luís Landriscina , Joaquín Pérez Fernández o en solitario con su guitarra.
En la década del setenta viaja a España, donde un L.P. editado en ese país caminaba con éxito. Durante tres años consecutivos realiza giras por distintas ciudades y otros países de Europa. La obra: “Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta” de Pablo Neruda, grabada con otros intérpretes, genera desbordante entusiasmo, sobre todo en la juventud española, en tiempos difíciles donde los últimos coletazos de la represión franquista se hacían sentir.
En su andar por los caminos, la vida lo premia con la amistad de Don Atahualpa Yupanqui, con quien compartió muchos momentos como también los temas: “La Guitarra y el Cantor”; “La Luna sobre el Río Paraná”; y “Canción al Río Uruguay”.
Tras la partida de Don Atahualpa, un empresario japonés propone a Víctor Velázquez homenajear al músico desaparecido, inaugurando en Japón el “Templo Atahualpa Yupanqui”, además de realizar una serie de recitales, en ciudades de ese país. Habitualmente Atahualpa decía: “La Universidad del cantor son los caminos”; y hasta nos parece paradójico para un cantor como Víctor Velázquez, donde su universidad fueron los caminos más que las Universidades de Minnesota, Wisconsin, San Clause, Carolina del Norte, y del Sur de EEUU de Norteamérica, que lo requirieron para tomar e intercambiar conocimientos sobre la cultura y música de nuestro pueblo.
En enero del 2008, por decreto de la Intendencia, es nombrado embajador cultural de su ciudad, Villaguay.
El 22 de agosto de 2008, recibió de la mano de la Diputada Cristina Crémer de Busti, la distinción de Mayor Notable 2008, en una gala organizada por la Comisión de Cultura que preside el diputado Jorge Coscia, y que tuvo lugar en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.
A finales del 2008, realiza una gira por España, actuando en el Teatro Paladium de Anglès – Girona – y en diversos locales artísticos de Galicia.
En octubre de 2010 presentó, junto a Lucía Ceresani, su nuevo disco titulado «Soy como soy».
El pasado 4 de junio de 2022, Don Víctor, quien actualmente reside tranquilamente en Rosario del Tala junto a su compañera de vida, cumplió 91 años.
Fuente : Archivo Víctor Velázquez
La intendenta recibió a Victor Velázquez, embajador cultural de Villaguay
Repasamos la BIO de Don Víctor Velázquez, en honor a su cumpleaños N° 91