320 aspirantes inscriptos en la carrera de agentes policiales masculinos en Villaguay

691

Se están comenzando a formar un número importante de hombres y mujeres en la Policía de Entre Ríos. En las últimas horas han comenzado los cursos de formación. La comisario mayor María de los Ángeles Facciano, directora de Institutos Policiales de la provincia, dialogó con RADIO LA VOZ de Paraná.

“Comenzó la incorporación de las 82 aspirantes a agentes de policía en Rosario del Tala. Este grupo de jóvenes mujeres tiene como objetivo egresar con el grado de agente de policía”, informó Facciano. “Lo mismo va a pasar en Paraná, tenemos el ingreso de 114 personas, entre varones y mujeres, para el curso de cadetes de policía”.

Explicó además que: “Aquellos alumnos que ingresan a la Escuela Superior de Oficiales (en Paraná), el cursado es de tres años y obtienen el título, en forma paralela al de oficial de policía, de técnicos en Seguridad Pública. A través de los convenios establecidos con UADER se crea en su momento la Licenciatura en Seguridad Pública, que acceden aquellos egresados de la Escuela Superior de Oficiales que cursando una cierta cantidad de materias extras pueden obtener el título de licenciados”.

Consultada sobre los motivos de ingreso de los jóvenes a la carrera policial, Facciano analizó: “Hay mucha gente que puede ingresar porque buscan una estabilidad laboral; pero el trabajo diario, la pertenencia que se tiene que tener para con la policía hace que el funcionario termine abrazando la carrera. Pasa más allá de un trabajo, nosotros estamos disponibles para el servicio a lo largo y a lo ancho de la provincia, las 24 horas del día, los 365 días. Con el paso de la formación el funcionario abraza la carrera policial”.

El 14 de febrero se realizará la incorporación de 320 personas en la carrera de agentes masculinos en Villaguay: “Inscribirse para las escuelas de policías conlleva todo un proceso. Se abren a partir de mediado de año”.

Hubo más de 1.000 inscriptos por escuela, “hay un riguroso proceso de selección, algunos van quedando en el camino, atravesando diferentes exámenes, y después queda un gran cúmulo que está en condiciones del ingreso. Los chicos, que son nativos digitales, hace muchos años atrás el cimbronazo era separarse de la familia, hoy es separarse del celular”, afirmó Facciano. “Extrañan mucho el estar conectados, las redes sociales; nuestro instituto no es que los quiera separar de estos elementos, pero tenemos otros fines que es la formación de un futuro funcionario policial. En esto de formar, los horarios que se tienen en los distintos institutos son todos reglados, tienen horarios determinados para cada actividad y donde son tantas las actividades que realizan que no queda ese tiempo que los jóvenes por ahí quieren para la conexión a las diferentes redes sociales. No se los mantiene aislados, en algunos momentos se les permite para que ellos puedan establecer un contacto con la familia”.

Una vez que los jóvenes ingresan, tienen su período de adaptación previo al inicio del ciclo lectivo. “Mi intención es trabajar con ellos un poco más cercano, de manera de conocer la cabecita de ellos; cada ser es un mundo aparte y la única manera de conocerlos es estar cercanos. En razón a eso es que los instructores de las distintas escuelas, las directivas que les he dado es que tomen un contacto más cercano con ellos, que puedan saber qué es lo que piensan, sienten, qué vida dejaron atrás para poder enfocar cuál va a ser la forma de atraerlos mejor a la formación que tienen que recibir día a día”.

En la carrera policial, “abandonan más los varones que las mujeres, son como más aguerridas, vienen como más preparadas. Mientras dure el período de adaptación que ellos tienen a los institutos, a medida que se vayan se van llamando suplentes de acuerdo a la lista de espera a nuevos interesados en ingresar. Creo que lo que más les impacta es el control de los horarios, el tener que levantarse, un día de ellos arranca a las seis de la mañana, para cada cosa tienen su espacio especificado; los chicos no están acostumbrados a eso. Ese impacto, más sumado el no poder estar conectados, con sus fotos, redes, es el cimbronazo más fuerte que ellos tienen”, concluyó Facciano.